Como ya vimos, la yrealydología general se subdivide en las ramas ontología yreal, antropología yreal y fisiología yreal. Una de las ramas que más repercusión ha tenido es la fisiología yreal, y en concreto, la parte dedicada al metabolismo del cistrón retrotroide espiculado. En virtud de los avances realizados en ese campo, hoy sabemos que los cistrones son unidades móviles que interconectan las diferentes topolexias, independientemente de las avanzadas discusiones relativas al papel del bulboblasto en el proceso de diferenciación dispositrónica del cistrón, desde su estadio de cistrón retrotroide espiculado a cistrón maduro. En este sentido, el término maduro, referido al cistrón, puede llamar a engaño, dado que su participación en la conectividad intertopoléxica no se relaciona con la madurez o inmadurez de estas estructuras yreales. Al mismo tiempo, asignar al cistrón un mero papel conector resulta inadecuado, pues tanto el cistrón (al menos el retrotroide espiculado), como algunos de sus componentes (como el dispositrón) y algunos elementos involucrados en su metabolismo (como el propio bulboblasto), constituyen en sí mismos, topolexias igualmente interconectables. Entramos así, de lleno, en una de las manifestaciones más inquietantes de la naturaleza yreal y de sus procesos fisiológicos: la multidimensionalidad y sobrecarga significante de cada uno de sus elementos. Pareciera como si cada componente de la yrealydad se resistiera, no ya a ser asignado a una posición fija en cualquier esquema explicativo, sino incluso a permanecer fijo en un sentido, de manera que se comportan de forma inestable, cambiando de significado cada vez que los perdemos de vista.
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